¿Qué es lo real?

 ¿Qué es lo real?

A lo largo de la historia de la filosofía la realidad es uno de los interrogantes que muchos pensadores han dedicado tiempo a discurrir, de modo que ha habido muchas posiciones que hacen más exigente el seguir un sistema de pensamiento, porque son bien argumentadas.

Algunos proponen un realismo semántico en cuanto la realidad finalmente depende del lenguaje y de los enunciados. Para interpretar la realidad es necesario el lenguaje simbólico. Otros proponen un realismo empírico en cuanto la realidad depende de los sentidos y del intelecto. Algunos defienden un realismo inmanente porque si bien la realidad no presupone la inteligencia que es capaz de conciencia, es el sujeto el que conoce la realidad.

Otra posición es el realismo puramente constructivista donde toda la realidad finalmente es construida. Si bien la realidad existe independiente del sujeto, es el sujeto quien finalmente construye en su mente y da sentido a su entorno. Algunos abogan por un naturalismo natural en el sentido de que niega lo que no se puede comprobar con la ciencia, en este sentido es un realismo ingenuo. Hay quienes optan por un realismo trascendental en cuanto solo existen los fenómenos, aunque se relacionen entre sí.

Realismo crítico constructivo

Existe una sola realidad que se compone de dos aspectos (esferas o dimensiones): lo sensible y lo suprasensible (el mundo material y el mundo de las esencias) que están profundamente relacionados entre sí gracias a la capacidad inteligible del ser humano.

Existe el mundo hecho, que conocemos y que es independiente del sujeto que lo conoce o lo reconozca como existente. De hecho, en las últimas décadas se han descubierto planetas que antes existían independientemente del sujeto conocedor. La ciencia ayuda a descubrir por medio de la reflexión, el proceso de investigación y el conocimiento, la realidad y sus componentes. En este sentido se puede hablar de un realismo crítico, en cuanto por medio de la reflexión, el sujeto se da cuenta de lo que existe. Cuando se habla de realismo supone la naturaleza, la realidad como existe en sí (las cosas como son). Cuando se habla de crítico es porque presupone una inteligencia que sea capaz de reflexionar sobre ella y sobre sí mismo, lo cual presupone al ser humano como capaz de crítica o reflexión.

Por otro lado, está el mundo de las esencias (ideas) que se construye cada día, con el avance de la ciencia y los procesos de conocimiento, que permiten que el ser humano no solo se dé cuenta de lo que existe y lo reconoce como tal, sino que le es posible la creatividad, de transformar la realidad, de crear nuevas cosas que afectan la realidad que conocemos como la tecnología, las construcciones, la civilización y sus componentes culturales. El mundo hecho es solo una parte de la realidad, porque es importante también lo que está haciéndose y lo que puede hacerse. La cultura no es hecha, sino que se construye, los inventos se construyen desde la imaginación y la necesidad haciendo posible diferentes campos de sentido que se relacionan perfectamente mediante la capacidad inteligible del ser humano, creando, transformado. Aún en el campo de la imaginación, existe una realidad virtual o aparente, posibilitando la comunicación con cualquier persona del planeta. Si hablamos de Batman, estamos en grado de pensar en una representación mental que alguien nos ha comunicado, siendo posible hablar de la misma realidad, en cualquier parte del mundo.

No son dos realidades paralelas o contrapuestas sino profundamente unidas, con sentido, en la capacidad racional del hombre. La naturaleza no está en grado de conocer la función de un celular o de una película del cine, porque son realidades que tienen sentido para la mente humana, pero a su vez, esta realidad virtual de las esencias, no podrían existir, si no existe un sujeto que la construya. No existe Batman o los libros, sino en la conciencia humana, que presupone una inteligencia creadora para poder existir. En este sentido hablamos de un realismo constructivo.

Este año 2020, en un contexto específico de pandemia que el mundo está experimentando, la reflexión filosófica nos mueve también a conocer la realidad y proponer también no solo un modo de interpretarla sino de transformarla, para superar la difícil situación que muchas familias viven y que no comprenden. Al tener la oportunidad de presentar una monografía de fin de estudios filosóficos, se ha buscado no solo saber algo de filosofía, sino de poder también cuestionarnos en una realidad concreta en la cual la filosofía se pueda hacer efectiva respuesta a lo que nos atañe en nuestros contextos. Felicito a los seminaristas que han dedicado esfuerzo a la investigación y han compartido sus resultados en las siguientes páginas. 

 

Pbro. Vicente Ruiz